En el filo del cierre de las actividades judiciales, antes de la feria, el fiscal Fernando Castrl
presentó el requerimiento de elevación a juicio de la causa Gianelli, en la que se investigan varios hechos de abuso sexual y corrupción de menores contra alumnos del jardín de infantes. La única imputada en el expediente es la maestra de música, Analía Schwartz.
El requerimiento de Castro ingresó ayer en el Juzgado de Garantías a cargo de Lucrecia Bustos que ahora deberá notificar a las partes, la defensa de Schwartz y los distintos representantes legales de las familias de los niños afectados, pudo saberse.
Schwartz está acusada de 9 casos de abuso sexual y 6 de corrupción de menores, ya que para el fiscal Castro esos hechos quedaron confirmados por la prueba obtenida por medio de la cámara Gesell, método utilizado para la extracción de testimonio a menores de edad.
Los hechos fueron denunciados en septiembre del año 2013 y a los primeros padres de alumnos del jardín de infantes del Colegio Gianelli se les fueron agregando otros, incluso algunos del jardín "Mamitas" pertenecientes al Instituto Flemming. Finalmente fueron más de 30 denuncias las que no desestimó el fiscal Castro, en cuya fiscalía recayó el caso.
Después de un proceso en el que Castro que tuvo que lidiar contra singularidades inauditas, como por ejemplo tener avanzado un proceso y no poder realizar imputaciones hasta conseguir el relato de los menores, entendió que había materia probatoria para seguir adelante.
La Cámara Gesell arrojó, según su criterio, resultados positivos en términos incriminatorios en 9 casos de abusos y 6 de corrupción de menores.
En agosto del año pasado el fiscal Castro imputó a Schwartz y la citó a declarar, pero la docente no se presentó al aducir problemas de salud. La audiencia se pospuso para el mes de septiembre y entonces la En tanto, la abogada Patricia Perelló, defensora de Schwartz, cuestionó la validez de la Cámara Gesell e interpuso un recurso de planteo de nulidad por entender que estaba mal realizado el pedido de indagatoria.
La docente se presentó ante Castro pero sólo para decir que hasta tanto no fuera citada legalmente no iba a comparecer.
Días más tarde, la jueza Lucrecia Bustos le dio la razón a Perelló e informó a Castro que el llamado a indagatoria estaba mal formulado, pero al mismo tiempo rechazó la pretensión de la defensa de desestimar los testimonios en cámara Gesell.
Finalmente, tras una nueva postergación, el 20 de noviembre del año pasado la profesora de música declaró ante el fiscal y la jueza Bustos. Dijo ser inocente, sostuvo que nunca más podría volver a dar clases y poco antes del final de la audiencia, en medio de llantos, dijo: "Yo no tenía un trabajo, tenía una vocación".
Esa fue la última situación importante que se dio en la causa y desde entonces el fiscal trabajó, aprovechando cada minuto y prórroga que le permite la ley, para diseñar el requerimiento de elevación a juicio.
Ayer antes del cierre de las actividades judiciales por la feria, Castro presentó un escrito de 101 páginas en el que detalló cada uno de los hechos imputados con la correspondiente prueba.
Ahora la jueza Bustos deberá notificar a la defensa y, como no hay detenidos, recién se retomará la actividad de la causa después de feria que se inició ayer.
El caso
Castro comenzó a investigar el caso el sábado 7 de setiembre de 2013 cuando se enteró de que en la Comisaría de la Mujer se habían presentado 24 denuncias de abusos en el colegio Gianelli.
Los menores les habían contado a sus padres que en el jardín de infantes les hacían un juego en un ronda donde después de un rato la señorital es pedía que se bajaran los pantalones para tocarlos.
Al trascender el caso se sumaron más denuncias en cadena y apareció la ira de los padres: indignados con la maestra provocaron graves incidentes en el colegio.
Tres días después de presentadas las denuncias, la docente fue suspendida de su cargo. Y así la causa comenzó a avanzar hasta que el 25 de agosto pasado, el fiscal imputó a la maestra por seis hechos de corrupción de menores -involucran a cincuenta chicos que fueron tocados o vieron cómo tocaban a sus compañeros- y nueve de abuso sexual del que fueron víctimas cinco nenes y cuatro nenas de entre 4 y 5 años. Según la reconstrucción del fiscal, dos de los casos ocurrieron entre marzo y diciembre de 2012 en el jardín de infantes Maminas del Instituto Alejandro Fleming y el resto entre marzo y setiembre de 2013 en el jardín del colegio Gianelli.
En esa instancia, Castro solicitó la detención de la docente pero la jueza de Garantías, Lucrecia Bustos, la rechazó al considerar que no había riesgos procesales.
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