El flamante intendente juró en el marco de una sesión especial del Concejo Deliberante. Dijo que es necesario resolver “problemas de orden” y que su gobierno tendrá dos caminos: “Luchar contra la pobreza y educar”. Arroyo asumió en una sesión un tanto desprolija. El recientemente designado presidente del Cuerpo, Guillermo Sáenz Saralegui, se olvidaba pasos fundamentales a realizar y era apuntado para volver hacia atrás como cuando le dio la palabra a Arroyo, pero se había salteado el detalle de que se le entregue un diploma tradicional. Tras las idas y vueltas finalmente se le tomó juramento y llegó el momento de Arroyo de hacer uso de la palabras, de dar sus primeras consideraciones como intendente.
Los primero que hizo Arroyo fue apelar a la “bondad de dios” y explicó que es para “ayude a encontrar la paz, la tranquildiad, el camino del trabajo y de la unión, superado de este interminable año de competencias políticas”.
“Llegó el momento de trabajar, pero de trabajar no para juntar más dinero sino de trabajar para mejorar la condición de los humildes, de luchar por mejorar todo lo que esta mal”, sostuvo y volvió a hablar como ya lo hizo en más de un oportunidad de la importancia de los “valores”. “Debemos trabajar para convencer a toda la ciudadanía que más importante que tener es ser”, sumó.
Tras ello,hizo referencia a la “división en el pueblo” generada en los últimos años. “Eso debe cesar, debemos unirnos para trabajar todos juntos. Mi administración va a ser horizontal, vamos a consultar permanentemente a todos los concejales de todos los partidos políticos”, afirmó y dijo querer llevar adelante “un gobierno de consenso”.
Fuente: Que Digital
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