viernes, 4 de octubre de 2019

CRISTOBAL LOPEZ Y FABIAN DE SOUSA PAGAN 60 MILLONES DE PESOS Y SE VAN EN LIBERTAD. MIENTRAS LOS TRABAJADORES DEL DIARIO EL ARGENTINO ESPERAN SUS INDEMNIZACIONES

La Sala I de la Cámara Federal ordenó excarcelar a los empresarios Cristóbal López y Fabián de Sousa en dos causas ligadas a los cuadernos de la corrupción. El juez de primera instancia, Claudio Bonadio, fijó una fianza de 60 millones de pesos para cada uno que deberá ser pagada para que la decisión se haga efectiva.
Fuentes judiciales informaron a Infobae que los jueces de la Sala I de la Cámara, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, se basaron en la postura del fiscal Carlos Stornelli de avalar las libertades porque la causa no tiene riesgos proces 
Deleznable actitud de estos empresarios que pese a recibir pautas oficiales por millones de dolares de un dia para otro no pagaron mas los sueldos y cerraron el Diario El Argentino
dejando cientos de trabajadores en la calle y un no fueron indemnizados
Seguidamente se transcribe un comentario editorial del  periodista , publicado en el Diario Clarin por Jorge Lanata
Un comienzo posible de esta historia son los años de Menem. Los medios siempre tuvieron influencia más o menos directa de la política, pero fue durante la época de Carlos Saúl cuando muchos quedaron atrapados por una lógica coyuntural: el CEI tenia como objetivo garantizar la re-reelección: Telefé, Radio Continental, la revista Gente, Canal 9, telefonía fija y móvil, internet, fibra óptica,cable y fútbol, el Citigroup y Moneta,algo que – parecía- iba a durar toda la vida y se cayó como un castillo de naipes.
Los medios dejaron entonces de ser un fin en sí mismos para convertirse en un medio para llegar o mantener el poder. La famosa “pauta” –los avisos del Estado o sus organismos – se incrementó hasta niveles asombrosos. Ningún gobierno, desde la vuelta de la democracia, se animó a legislarla.
Todos lucraron con ella, cada uno respondiendo a su estilo: en la época de Alfonsín, por ejemplo, Télam –encargada de distribuir parte de la pauta oficial- tenía una mesa de dinero; en años de inflación las facturas pendientes generaban intereses que terminaban en los gerentes.
Este proceso abrió las puertas de la industria de medios a personajes pintorescos que nunca pensaron en hacer periodismo: los medios se convirtieron en distribuidores de publicidad y en bocas de expendio de operaciones puntuales. Nada importaba de lo que salía alrededor.
La mejor metáfora de aquellos años pudo verse en Telefé: para no tener problemas con el gobierno el canal levantó el noticiero; no hay posibilidad de error alguno cuando las noticias no se dan. Parte de los medios comenzó a mostrarse como aparatos de propaganda.

El kirchnerismo repitió el esquema de Menem pero con mayor voracidad: excedió los medios para promover y controlar productoras de contenidos y desarrolló una industria de cine nacional sin público manejada por el Ministerio de Planificación y triangulada por las universidades, con presupuesto autónomo y fuera de control. Comparada con otros negocios, la cultura fue barata de comprar.

Argentina tiene más canales de noticias que Estados Unidos; la cantidad de medios excede al público que los consume y esa fue una de las características del kirchnerismo, creer que las audiencias se crean por una ley del Estado. Los medios K fueron muchos, pero nunca fueron exitosos.
En el mejor de los casos lo fueron para sus dueños para quienes una página en blanco significaba un aviso más. Hoy asistimos a su progresivo derrumbe: “Esto se remonta al año 2013 –dijo hace unos días Santiago del Moro, explicándole a su audiencia la crisis de Ideas del Sur- Marcelo Tinelli, buscando una salvación financiera para su empresa se va de la mano de funcionarios relacionados al ex gobierno a sentarse con gente de Telefe y finalmente vuelve a la televisión de la mano de Cristobal López. Marcelo sabía con quien estaba hablando”.
Santiago explicaba así lo inexplicable de la reacción de Tinelli ahora, cuando se queja por lo que se le adeuda. ¿Marcelo no leía los diarios?
“Se crearon medios fantasmas para lavar pauta –sigue del Moro- y emergieron desde radios, páginas de internet y canales de televisión. Ellos tomaban nuestro laburo sólo como una pantalla. Quienes llegaron a esto lo hicieron conociendo con quienes se asociaban y que había detrás”.
El cinismo K frente al asunto es asombroso: “Durante mi gestión nosotros no teníamos conocimiento del problema, que vino después. Durante nuestra gestión los trabajadores cobraban los salarios,estaban en orden”, le dijo Cristina Kirchner a Elizabeth Vernacci y Alejandro Bercovich, durante un amable reportaje de campaña.
“¿Pero quien elige ese tipo de gente?”, preguntó Vernacci, despedida de Rock and Pop en 2013 cuando fue comprada por Szpolski y Garfunkel.
“Como se eligen todos los concesionarios de todas las radios y televisoras, era todo a través de procesos públicos, controlados inclusive por la oposición”.
Szpolski y Garfunkel dejaron a más de 800 empleados en la calle cuando vaciaron y cerraron el diario Tiempo Argentino y Radio America. El mismo grupo –que tampoco pagaba las cargas sociales de sus empleados- estuvo a cargo de CN23, el diario El Argentino, Infonews, Miradas al Sur, Veintitrés, Autobild, Forbes, Newsweek y Lonely Planet.
Cristobal Lopez y Fabián de Sousa,por su lado, construyeron el mayor de los multimedios K con plata de la evasión impositiva: Ambito Financiero, Buenos Aires Herald,El Ciudadano (de Santa Fe), las productoras La Corte y PPT (Pensado para Televisión), la mitad de FM Vorterix, C5N, Radio 10 y cuatro fm porteñas.
Ninguno de sus números cierran sin evadir o sin recibir prebendas. Quienes aseguran que Lopez podría ser detenido en breve sostienen también que los medios irían a la quiebra.El aparato de propaganda solo puede sostenerse con plata ajena.Con plata nuestra,en realidad.

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