martes, 15 de octubre de 2019

EN MAR DEL PLATA DENUNCIAN AUMENTOS DE LA TASA DE SERVICIOS URBANOS SUPERIORES A LO APROBADO POR EL CONCEJO DELIBERANTE


El cambio en el calendario de pago a principio de año y un aumento en los coeficientes de otros componentes de la fórmula, las razones detrás de las boletas que empezaron a llegar en los últimos días
La boleta de la Tasa de Servicios Urbanos (TSU) llegó a las casas de los contribuyentes de General Pueyrredon con valores en algunos casos superiores al 35% aprobado por el Concejo Deliberante el pasado agosto, generando incertidumbre entre aquellos vecinos que ya habían calculado el dinero que debían destinar al cumplimiento del pago en tiempo y forma.
En enero de este año y con un presupuesto parado en el recinto ante la falta de consenso entre los bloques, todo indicaba que las boletas debían ser emitidas con los mismos valores a las recibidas en diciembre de 2018. Sin embargo, no fue así: sin la aprobación del incremento propuesto por el Ejecutivo, la gestión del intendente Carlos Arroyo -y por iniciativa del por entonces secretario de Hacienda Hernán Mourelle– decidió comprimir por decreto el calendario de pago, tomar el valor de la TSU anual de 2018 y dividir el monto anual en ocho cuotas, y no en doce como se venía haciendo.
Esta decisión fue criticada por los bloques de la oposición que habían advertido un “apuro recaudatorio” por parte del Municipio y una alternativa que perjudicaba al bolsillo de los contribuyentes, ya golpeado por el aumento de servicios y la pérdida del poder adquisitivo del último tiempo.
De todas maneras, los cambios se mantuvieron y todos los contribuyentes de Mar del Plata y Batán que cumplieron con el pago de cada una de las boletas, terminaron de abonar la tasa anual en agosto de este año, exactamente el mes en el que los concejales daban el visto bueno a un aumento del 35%. La aprobación de esta medida provocaría entonces que pese a que la tasa ya se encontraba saldada, las boletas seguirían llegando pero en este caso con el ajuste correspondiente al aumento aprobado para 2019.
Así y todo, en las últimos días se registraron reclamos de vecinos que comenzaron a percibir incrementos superiores a los anunciados y aprobados hace dos meses. Fuentes consultadas por LA CAPITAL, aseguraron que la variación en los valores se debe a dos razones: los cambios en el calendario de pago impulsado en enero obligaron, por un lado, a que los contribuyentes deban abonar el ajuste de una tasa anual (12 meses) en los últimos cuatro meses del año y por otro lado, la suba aprobada correspondería a solo uno los componentes de la fórmula que constituye el valor final.
La fórmula de la TSU fue diseñada en el año 2005 por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Además del básico que percibe un 35% de aumento, se modificaron los coeficientes sobre ese básico, afectando a la fórmula de manera variable según la categoría de la propiedad. Esto último, produjo que en muchos casos los aumentos sean superiores a lo anunciado.
Esta particularidad fue destacada por muchos de los concejales que votaron en contra del aumento. Además de destacar un contexto social complejo en el que un nuevo incremento de tasas podría perjudicar aún más, la falta de información acerca del promedio real del aumento en la TSU generaba muchas dudas.
Pero la decisión de comprimir el calendario de pago genera otro inconveniente: las dificultades para comparar y percibir el aumento real en relación con el año pasado.
Entendiendo que lo abonado desde septiembre a diciembre corresponderá a un ajuste anualizado dividido en cuatro meses, la cuota real sin alteraciones llegará recién en enero de 2020. Y como en enero de 2019 el monto también estaba alterado por la compresión del calendario de doce a meses a ocho, la comparación entre boletas se podrá realizar únicamente -y solo si no se aprueba un nuevo aumento para 2020 este año- entre la boleta de enero del año que viene con diciembre de 2018

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