domingo, 13 de octubre de 2019

UN MOMENTO ANTES DE LA DEFINICION. ESCRIBE JOSE LUIS JACOBO




La campaña electoral está en su momento más intenso. Arroyo redobla
esfuerzos exponiendo por todo lo alto los aspectos positivos de su gestión
 en un intento de remontar la increíble cuesta que implica la boutade de
 la PASO para Agrupación Atlántica.
Recorridas por las obras a lo largo y ancho de la ciudad revelan hasta qué punto
una gestión que ordeno la hacienda pública, invirtió en infraestructura de salud
 dando jerarquía y dignidad a los dispensarios, y que paga a los proveedores en
tiempo y forma, está a un tris de irse con un caudal de votos paupérrimo.
La pulseada local es cada día más entre Fernanda Montoto Raverta y Guillermo
 Montenegro. Los terceros en juego ante la presión híper competitiva de la
elección del 27 de octubre pueden quedar literalmente pulverizados en la urna.
Montoto Raverta apuesta a pegar su figura a Axel Kicillof, el cual sigue
 luciendo imbatible en la lid por la gobernación provincial. Un dato las
 reuniones que se dan en Mar del Plata en ese contexto: ninguna se lleva
 adelante en el Hotel Provincial o en el Hermitage. La reunión con el
 ex ministro de economía o su candidata a vice, la intendenta de La Matanza
Verónica Magario, se  convocaron en el Torreón del Monje y en un restó
 de Varese respectivamente.
 En materia de despliegue de campaña, el ex intendente GAP pega carteles
 por doquier y manda a grupos de jóvenes a hacer flashmobs en las esquinas
 exhibiendo una gigantesca tijera para incitar al corte de boleta, en una puja
que se da superponiendo el favor del votante en el mismo perfil de voto que la
candidata del Frente de Todos.
Luce muy solo Guillermo Montenegro. La campaña de Juntos por el Cambio
 es la campaña de Mauricio Macri. Vidal no está presente. Esa parte de la
 ecuación crea interrogantes validos en el análisis del momento electoral.
 Obvio es que los resultados de la PASO son para tener en cuenta: si los votos
obtenidos son el techo de Montoto Raverta, y su búsqueda de ampliar el caudal
pasa por tomar los votos que obtuvo Pulti, no queda claro aún cómo planea
hacerlo.
Montenegro tiene para sí la suma del voto de la PASO.
Es ilusorio creer que los votantes de Vilma irán hacia otro destino en la urna
que no sea la boleta de Juntos por el Cambio. Están en juego los votos que
 busca retener Santiago Bonifatti en la boleta de Roberto Lavagna. El hecho
 es que buena parte de esos votos están de salida hacia las opciones que
 polarizan en el plano nacional.Como cuestión adicional hay que citar que el
 debate es paupérrimo y revelador.
 No sólo en cada ocasión Hernán Tillous les tapó la boca a los contendientes
deotras opciones, sino que quedó claro que, lejos de la pirotecnia verbal,
 la gestión tiene más para alabar que para criticar.

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