viernes, 27 de noviembre de 2009

CUANDO LOS PATITOS VIENEN MARCHANDO, HAY QUE CUIDARSE

*Eduardo Cao
www.elretratodehoy.com.ar


Hay patitos feos y patitos lindos. Y sí, hay diferencias entre los patitos. Casi como los argentinos humanos, cada día más parecidos, por designio de vaya a saber quién, aunque no es demasiado difícil saberlo, a los patitos del cuento infantil. No hay que olvidar que el feo terminó siendo ganso y que en estas tierras, el criollo “a cada paso…”
“Y fue pasando el tiempo,/qué vamos a contar;/ausencias, desencuentros,/otros patitos muertos/soñando tantos sueños,/viajando a la deriva,/el hambre, la tristeza,/la pena, la sorpresa,/de ver que en otras tierras,/lejanas geografías,/ser libre no era raro/y que un pobre patitopodía ser amado” (“Fuimos los patitos feos”-Nacha Guevara – 1984)La actriz, cantante y, por escaso lapso, diputada electa, se topó con la realidad, que no era la de sus “tantos sueños”, se le “volaron los patos” y dio el portazo: la marplatense Nacha Guevara renunció a asumir su banca el 10 de diciembre. Y así debía ser: había cuestionado a los K por “no escuchar más” y por “perder contacto con las bases”, que es casi lo mismo que decir con la gente.No es Nacha una persona dócil a los sistema establecidos. Nunca lo fue en toda su vida, y menos a partir de su propio estilo plasmado en las canciones de protesta de los 70 y 80. Hoy, cuando parecía adherir a los Kirchner, se dio cuenta que “no se gobierna de abajo para arriba” y que hay un discurso para un lado y acciones para el otro. Por más que, con formas elegantes, afirmó que continuará colaborando, antepuso su futuro de “seguir aportando a mi país”.Golpe por dos para el matrimonio presidencial: criticó a los habitantes de Olivos, algo que en el devenir K se convierte en traición y dejó expuesto, como para que tome nota la Justicia – las había aprobado argumentando que no había delito… por lo menos hasta el 10 de diciembre- que las candidaturas testimoniales eran lo que eran: un engaño a la ciudadanía, tanto la que los votó como la que se dio cuenta, gran mayoría, y repudió las maniobras electorales eligiendo a otros. Daniel Scioli y Sergio Massa, con otros motivos “eventuales”, tampoco asumirán. De los cuatro primeros, sólo Néstor Kirchner cumpliría con el juramento en la Cámara Baja. El potencial del verbo tiene su razón de ser puesto que los argentinos estamos demasiado acostumbrados a las sorpresas (casi como las del “Patito Feo” de Nacha) que depara a diario el ex presidente.O victoria o derrota en cada batalla que emprenden nuestros gobernantes nacionales. O amigos o enemigos. Para los primeros, por conveniencia o por convicción, los chicos, tenían un dicho que vinculaba el reciente exabrupto maradoniano con las medias (calcetines). Para los segundos, “ni Justicia”. Es una manera, lamentable, de mandar de los que, en definitiva, son mandantes de una sociedad conformada por los “patitos” de Nacha, feos o lindos, obedientes o desobedientes, pero que vivimos “soñando tantos sueños, viajando a la deriva…” e intentando ser libres, como en aquellas lejanas geografías.Las mismas lejanas geografías que nos miran de reojo y con razón. Les basta hojear el último informe de Transparencia Internacional: en corrupción, la Argentina ocupa el puesto 106. Es superada en el denominado índice de Percepción de la Corrupción (IPC) sólo por Bolivia, Guyana, Honduras, Nicaragua, Ecuador, Paraguay, Venezuela y Haití en el continente americano. Ni para el 3 de aplazo nos alcanza, ya que ostentamos un 2.9. Que algunos de esos países, sean socios del nuestro en sus políticas internas y externas, resulta, al menos, preocupante.Lo cierto es que la Argentina se ubica, con términos futbolísticos, muy cerca del descenso. Aviones utilizados por funcionarios, medicamentos “truchos”, el manejo del INDEC, el cuestionado Consejo de la Magistratura y el escándalo internacional con la valija de Antonini Wilson, entre otros, dejaron abajo, muy abajo, a nuestro país superado con amplitud por los vecinos Chile (5º), Uruguay (6º) y Brasil (12º). Hasta Cuba (11º) está arriba, bien arriba. Otro dato: el IPC no está asociado sólo con la pobreza, sino con la debilidad de las instituciones y las prácticas de gobernabilidad deficientes, que “continúan frustrando las iniciativas tendientes a promover un desarrollo equitativo y sostenible”. Ya que el venezolano Antonini Wilson está mencionado vale la pena una noticia a su respecto que tomó estado público el jueves pasado. Estuvo en la Casa de Gobierno horas después de habérsele confiscado la valija con 800.000 dólares destinados a la campaña electoral de Cristina Fernández de Kirchner. Un video lo muestra allí, en la antesala de la reunión pública entre CFK y el inefable y parlanchín Hugo Chávez. Un video del estatal Canal 7 (sorpresas te da la vida) lo ubica allí y deja muy mal parado a Aníbal Fernández, al que el “verso” con el que calificó lo que hasta el momento eran versiones, lo atropelló sin advertencia alguna.Volviendo a la corrupción y a los métodos para esconderla bajo la alfombra hasta que abandonemos la casa, siempre hay resquicios para el ocultamiento y los funcionarios argentinos los han encontrado. ¿Empeñándose en mejorar la calidad de las instituciones y, como consecuencia, aumentar la vida de la sociedad? Es muy engorroso y requiere dedicación absoluta: la manera es contratar un seguro. Aunque parezca risible les bastará a quienes sean designados para cubrir un cargo público, en este turno y de aquí en más, con contratar una póliza contra denuncias judiciales. Se trata del denominado seguro de responsabilidad de funcionarios públicos y es de simple aplicación: un presidente, ministro o secretario de Estado que sea denunciado por asociación ilícita, desvío de fondos, licitaciones irregulares o enriquecimiento ilícito podrá contratarlo y así cubrirá gastos de honorarios e indemnizaciones en caso de perder los juicios. Llegó a la Argentina de la mano de una empresa que ofrece los mismos servicios en Europa. ¿Sabrá la firma auspiciante de este insólito seguro en qué terreno o arena movediza está ofreciendo el producto? Sus representantes en el país se negaron a dar precisiones, por lo que el monto de la prima que deberá pagar el contratante es un misterio. Un misterio que, uno se imagina, costará muchos pesos o dólares. En la actualidad cerca de una treintena de funcionarios del rango que requiere la aseguradora en cuestión, están denunciados ante la Justicia, incluído el ex Presidente Néstor Kirchner. También los secretarios (¿de Estado) de la Presidenta han sido involucrados en una denuncia judicial por enriquecimiento ilícito del 11.000 (sí once mil) por ciento en sus patrimonios Hasta ahora, desfilaban por los despachos judiciales, después que dejaran el cargo, por el supuesto tan argentino de que previo a ello son “intocables”. No dejarán de hacerlo, pero a partir del nuevo “seguro”, sólo tendrán que pagar. Mejor dicho: pagará la aseguradora que, si la contrataron, fue porque desde su asunción misma estarían “confesando la posibilidad de una eventual mala praxis funcionarial”, según aventuró el abogado Ricardo Monner Sans, uno de los autores de las denuncias, al diario Perfil.Pobreza e indigencia parecen ser sólo palabras y no personas en éste, generoso país luchando con sus propias e históricas contradicciones, conflictos y desequilibrios sociales. Hay quienes batallan para modificar, mejorando, esta realidad de “ausencias y desencuentros”. También hay quienes dicen que emprenden cruzadas contra los males que afectan al argentino medio, aunque tarde o temprano, terminan sólo mejorando su propia realidad. Van ganando los segundos, que aprovechan las “ausencias y desencuentros”. Los primeros seguimos “soñando tantos sueños, viajando a la deriva” intentando ser libres y ser amados. Como los patitos de Nacha.

ecao@elretrato.com.ar

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