Dos chicas de 20 y 21 años murieron esta madrugada y unas 20 personas resultaron heridas cuando se derrumbó el entrepiso de un local del barrio porteño de Palermo poco después de que terminara de actuar allí el grupo de cumbia Ráfaga en el marco de una fiesta privada.
En el entrepiso, que cayó poco antes de las cuatro de la madrugada, funcionaba el sector VIP del local Beara, ubicado en la calle Scalabrini Ortiz 1638, entre El Salvador y Costa Rica. Según informó el Gobierno porteño, a esa hora había "unas 150 personas" en el boliche. El lugar estaba habilitado y había sido inspeccionado nueve veces en los últimos años, según el gobierno de la Ciudad.
Las dos jóvenes que murieron como consecuencia del derrumbe fueron identificadas como Adriana Lizarraga, de 20 años, y Leticia Provedo, de 21, informaron fuentes médicas y policiales. Las dos fallecieron mientras eran trasladadas al Hospital Fernández. Sus cuerpos están aún en la morgue del Fernández, adonde concurrieron consternados sus familiares.
El director del SAME, Antonio Crescenti, informó que los heridos, todas personas jóvenes que fueron atendidas en los hospitales Fernández, Tornú, Rivadavia y Pirovano, están fuera de peligro. Y agregó que también se atendieron algunos casos de crisis nerviosa. Se habilitó el número 4922-1281 para pedir información.
"Todos los pacientes están estabilizados" y "controlados", precisó el ministro de Salud de la Ciudad, Jorge Lemus. Dijo que algunos sufrieron "fracturas" y esperaban su derivación a clínicas privadas por sus coberturas médicas particulares, mientras que otros "ya fueron dados de alta".
El secretario general del gobierno porteño, Marcos Peña, aseguró hoy que estaba "habilitado" el boliche donde sucedió el derrumbe de un entrepiso. Sostuvo que había "alrededor de 150 personas" en el lugar durante "una fiesta privada". "Está habilitado el lugar, de todas formas se van a hacer las pericias", expresó el funcionario en declaraciones a la prensa afuera del boliche.
Según los testimonios de los integrantes de Ráfaga, había unas 300 personas mientras ellos tocaban pero la mitad se retiró ni bien finalizó su concierto, lo que evitó que la tragedia fuera aun más grave.
Lemus comentó que el Gobierno recibió el aviso "a las 3:57". Eso generó un "alerta rojo" que fue mantenido hasta que "alrededor de las 5:20, los bomberos finalizaron las tareas de remoción de los escombros y los heridos ya se encontraban en las distintas guardias médicas". Recién entonces, la mayoría de las 50 ambulancias regresaron a sus servicios.
Según informó el comisario inspector Carlos Alvarez, de la Superintendencia Federal de Bomberos, el entrepiso que se derrumbó era de "aluminio y durloc, con partes de madera"; tenía una superficie "de unos diez metros de ancho por siete de largo y estaba ubicado a unos 10 metros de altura".
El jefe de Gabinete del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, uno de los funcionarios que se acercaron hasta el lugar de la tragedia, afirmó que el local "estaría bien habilitado como lugar para fiestas privadas", y que tendría "todos los papeles en orden".
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