* Eduardo Cao
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Como si no tuviéramos los argentinos demasiadas cosas de las cuales preocuparnos, reapareció la sospecha de que circula otra vez “la Banelco”, del triste recuerdo de los años 2000. La discusión del Presupuesto para el año próximo, reeditó la lamentable experiencia institucional, lo que significaría que el curso de la historia de la República Argentina, es circular. No hay que resignarse. Todavía podemos cambiar y abordar otro camino, el que debería comenzar a llevarnos al verdadero destino."Fueron años de una polarización terrible. Yo sufrí y practiqué esa intolerancia. Pero llegó un momento en el que la gente necesitaba reencontrarse fuera de ideologías y partidos…” (Violeta Granera, política nicaragüense)
En la Argentina del inminente 2011 electoral, el ciudadano de a pie asiste, poco absorto y muy confundido, a las peleas por polarizar el poder político, como si nuestra historia no fuera elocuente en las consecuencias que sufrimos en los 200 años de vida nacional.
No hay respuestas, por lo menos, en lo inmediato, para que quienes anhelamos recorrer el camino sin sobresaltos. Pero sí signos elocuentes.
Tanto en el oficialismo como en la oposición esos signos son evidentes.
La Presidente afrontó su primer viaje fuera de las fronteras en su calidad de dolida viuda. La ausencia de Néstor Kirchner, aún poco afecto a los foros internacionales como era, la sufrió Cristina Fernández en Seúl. No tanto en los atriles del G-20, donde se limitó a reiterar la necesidad de extrapolar el “modelo” kirchnerista a países acuciados por la crisis internacional, sino por los remezones de la política doméstica, incluso dentro de su propio gobierno.
Mientras la mandataria se encontraba en la capital surcoreana, se desataba la polémica en el seno de su gabinete. Amado Boudou, que la acompañó en el viaje, tomó el avión dejando aquella frase sobre que la inflación “afecta sólo a la clase media y alta” y no a los pobres.
La sentencia explotó en las entrañas del poder causando la apertura de heridas que no se mostraban, pero que sangraban. Aníbal Fernández, en Buenos Aires, respondió a Boudou con abierta discrepancia: “Yo no coincido con eso; normalmente es al revés”.
Según el analista Mariano Obarrio, enviado especial de La Nación a Seúl, el cruce tuvo su correlato inmediato: una citación urgente de la Presidente al propio Boudou y al vocero Alfredo Scocimarro en la “suite 22 del hotel Park Hyatt” en Seúl.
Después, funcionaria el teléfono con la jefa de Estado de de un lado y Fernández del otro, y éste último saldría a negar discrepancias y culpar a los medios de tergiversar los dichos del ministro de Economía. No los propios, sino los del otro.
De los últimos datos del INDEC, que le daban la razón, ni palabra: el desacreditado organismo que responde a Guillermo Moreno, había ubicado en más de un 22 por ciento el aumento de la canasta básica de alimentos en los últimos doce meses. Para digerir la mala nueva, el mismo INDEC aseguró que la inflación en octubre fue del 0,8 por ciento.
No será fácil la tarea de Cristina Fernández de Kirchner en los días que se avecinan. Su gestión ante los empresarios para que se sienten a la mesa con la CGT para detener una inflación que muy pocos en su entorno ya niegan, encontró un escollo impensado: los camioneros de Hugo Moyano bloquearon, en su ausencia, los seis centros de distribución de una empresa dedicada a la venta de materiales de la construcción. Reclaman que los trabajadores de los corralones se afilien al gremio del jefe cegetista. El conflicto llegó al ministerio de Trabajo y se dictó la conciliación obligatoria.
A propósito, hay quienes aseguran que otra de las decisiones de CFK pasa por “poner en caja” a Moyano en el PJ bonaerense que preside. Quizá recordando que una comunicación telefónica con quejas por el fracaso de una reunión del justicialismo territorial fue la última rabieta de Néstor Kirchner, Cristina Fernández estaría dispuesta a presidir la próxima deliberación partidaria, convocada por Moyano en Mar del Plata pero de sede y fechas aún inciertos, flanqueada por Daniel Scioli. Todo un gesto, si se analiza con detenimiento la frialdad de trato y los resquemores que enfrentan al sindicalista con el gobernador y con encumbrados dirigentes que ven peligrar su poder territorial por la conducción personalista del camionero.
A TODOS POR IGUAL
El escándalo de las supuestas coimas y “aprietes” en Diputados, es el segundo del milenio en el Congreso argentino. En el 2000 fue en Senadores por la ley de Reforma Laboral que propiciaba el gobierno de Fernando De la Rúa. Diez años más tarde, no hay condenados pero sí procesados, entre ellos el ex presidente radical.
Hoy, la desvergüenza se apodera de Diputados. Denuncias, pases de factura, posicionamientos partidarios, sospechas y, en suma, operativos de “borocotización”, rodearon la discusión legislativa del Presupuesto 2011, frenado por el momento ante el voto mayoritario de la oposición, y considerado, no de ahora, sino de siempre, la “ley de leyes” por el manejo de los fondos públicos.
Todo es una nebulosa, incluso en el propio Gobierno, que exige su aprobación casi “a libro cerrado”. Es que se trata, nada más y nada menos, de la disposición de “la caja”.
Les resultará muy difícil al oficialismo y sus asociados, salir exentos de culpa y cargo, y sobre todo de las sospechas ciudadanas. La Presidente también viajó desde Corea con esa preocupación que le ha provocado, por la exposición de algunos de los nombres cercanos, su propia tropa. El “si hubiera estado…, no habría pasado”, esta vez no funcionará más que como hipótesis. La realidad la deberá afrontar la mandataria en soledad. O quizá, con el apenas un puñado de consejeros de su máxima confianza.
Los que sí ya sintieron el cimbronazo son los que conforman el arco opositor, llámense radicales, socialistas, peronistas federales, macristas e, incluso, la izquierda de Pino Solanas.
Las grietas en la UCR se manifestaron en dos de sus vertientes “presidenciables”: el alfonsinismo y el cobismo. Unos, sin dejar de ser críticos con el Gobierno K, prefieren no poner piedras en el camino que conduciría al pretendido cambio de timón en la Casa Rosada en diciembre de 2011. Otros plantean que deben seguir diferenciándose a ultranza con el oficialismo. En el medio está la UCR presidida por el mendocino senador Ernesto Sanz, que reclamó una investigación profunda de las denuncias por aprietes y sobornos, cualquiera sea el nombre del involucrado, sea correligionario o no.
En el PRO, mientras tanto, las diferencias se están dirimiendo a cielo abiertopor estas horas. La conducción de Federico Pinedo ya era cuestionada dentro del macrismo y ahora lo es todavía más. Las ausencias a la hora de votar, terminaron inclinando la balanza para que el presentado por el Gobierno tuviera como destino la Comisión de Hacienda y no el rechazo como se pretendía.
PUNTOS EN COMÚN
La renuncia de Carlos Reutemann a la mesa de conducción del Peronismo Federal provocó varios dolores de cabeza entre los dirigentes y presidenciables del sector, por más que después se aclarara que el santafesino seguiría en el bloque senatorial.
Algunos de sus pares lamentaron el alejamiento. Otros brindaron explicaciones desde sus propios coqueteos con el ex piloto de la F1. Eduardo Duhalde, uno de los cuatro precandidatos del PF, mantuvo hermético silencio.
Cientos de centímetros en diarios y otros tantos minutos en programas políticos de radio y televisión, se ocuparon de este nuevo giro del “Lole”. Busqué qué escribir de novedoso sobre la cuestión. Y lo encontré, creo.
¿Alguno lo relacionó con la fecha de las elecciones en Santa Fe? No leí ni escuché todos los análisis, pero en los que lo hice, ni mención, salvo la tangencial del armado que se dispone a hacer Reutemann para, en tren de suposiciones, arrebatar la gobernación al socialismo de Binner.
Pues me ocupé, entonces, de relacionar los puntos en común entre el ex mandatario y el actual gobernador socialista. El peronista, pidiendo “desensillar hasta que aclare” tras la muerte de Néstor Kirchner. Binner, mencionado en una futura fórmula con Ricardo Alfonsin, planteando que el Gobierno nacional no puede quedarse sin el instrumento del Presupuesto para el año próximo.
¿Los hace esto más cercanos al kirchnerismo que a sus propias fuerzas políticas? Mi respuesta es no. Pero ambos necesitan del kirchnerismo o de sus residuos.
Santa Fe es el tercer distrito electoral del país y las elecciones provinciales, que incluyen el gobernador, se realizarán entre el 10 de junio y el 10 de setiembre de 2011. Esto es antes de las presidenciales. La convocatoria deberá realizarse entre 130 y 150 días previos al comicio y, para ese entonces –febrero o abril-, los candidatos deberán haber sido elegidos en las internas.
También para ese entonces, el socialismo tendrá elegido el aspirante a suceder a Binner. Lo mismo ocurrirá con el peronismo, en donde Jorge Obeid o el propio Reutemann, aparecerán en escena.
Lo que ambos necesitan es reducir la posibilidad de diáspora y, más allá de que el kirchnerismo ocupa la retaguardia en los sondeos de opinión del electorado, todo suma para los potenciales contendientes en una compulsa en la que lo nacional pasa a segundo plano.
De allì que las negociaciones reservadas que mantienen y mantendrán Binner y Reutemann, incluyan, por ejemplo, a Rafael Bielsa, ex canciller bien mirado por la sociedad santafesina, y Agustín Rossi, jefe del bloque de diputados nacionales.
Por allí pasan las coyunturales coincidencias. El tiempo, como siempre sucede, dirá si las estrategias fueron las correctas en un momento político convulsionado en el que las inquietudes ciudadanas, como la inseguridad y encontrar la manera de llegar a fin de mes, están lejos de encontrar soluciones.
Todo pasa, según el anillo grondoniano. Todo llega, según la esperanza.
caoelretrato@live.com.ar
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