En un acto que fue una muestra de fuerza, dijo que los trabajadores tienen "el derecho y la obligación de asumir responsabilidades". El jefe de la CGT juntó en la 9 de julio a decenas de miles de personas. Cristina no asistió y envió un mensaje escrito.
En un acto que buscó ser una clara muestra de fuerza, el camionero Hugo Moyano le pidió hoy públicamente a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que se presente en octubre a la reelección, al tiempo que le reclamó que el kirchnerismo le dé en sus listas un mayor protagonismo a los dirigentes gremiales. Lo hizo al encabezar el acto de la CGT por el Día del Trabajador –que es el domingo, pero se hizo hoy para garantizar la concurrencia-, en el que fue el protagonista exclusivo, en particular ante la ausencia de la Presidenta, que anunció que no iba a poder ir para pasar en Santa Cruz el aniversario por los seis meses de la muerte del ex mandatario Néstor Kirchner y envió una carta.
"Compañera Cristina Fernández de Kirchner, le pedimos" que busque la reelección, dijo Moyano hacia el final del discurso. "Queremos pedírselo porque (usted) es la garantía de profundizar este modelo económico que permita seguir recuperando la dignidad de los trabajadores", agregó al tiempo que arengó que, si lo hace, "Perón, Evita y Néstor podrán descansar en paz porque saben que su obra sigue en marcha". En una chicana para la oposición, también sostuvo que a la Presidenta no va a "tener que hacer mucho esfuerzo" para ganar "porque lo que vemos al lado se desmorona solo".
Tal como se esperaba, en el discurso que dio ante decenas de miles de manifestantes que llevaron hasta la 9 de Julio –el palco estaba sobre la avenida Belgrano, mirando al sur- los gremios de la CGT que siguen leales al camionero (no fueron la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo ni el grupo de los "gordos"), Moyano también recordó el reclamo que viene haciendo por lugares en las listas del oficialismo.
"Los trabajadores no estamos solo para votar. También podemos reclamar algún cargo en las listas. Los trabajadores tenemos el derecho y la obligación de asumir responsabilidades", argumentó. Uno de los objetivos no dichos del acto de hoy era, justamente, hacer una demostración de fuerza en medio de las pulseadas entre distintos grupos oficialistas por la conformación de las listas del kirchnerismo.
Antes de que Moyano, único orador, iniciara su discurso, el locutor hizo reiteradas menciones a la cantidad de gente que asistió. "No tenés convocatoria, Moyano", ironizó. "Esta es la convocatoria que tenés", le ofreció un poco más tarde. Desde temprano, la avenida 9 de Julio se fue colmando de militantes sindicales y de agrupaciones políticas y sociales. Para el mediodía, antes del discurso del líder gremial, ya había decenas de miles de personas, medio millón según el judicial Julio Piumato, muchos menos según dirigentes que, en off, reconocían que la convocatoria, aunque masiva, fue menor a la prevista. La columna más numerosa cerca del escenario, montado en 9 de Julio y Moreno, fue la del gremio de Camioneros. Muy cerca se ubicaron los del Sindicato de Taxistas, liderado por Omar Viviani, y los de la Juventud Sindical encabezada por Facundo Moyano.
Ausente con aviso y una excusa que la justificaba, Cristina envió un mensaje que, dijo, escribió "en el avión rumbo a Río Gallegos", en el que volvió a recordar la coincidencia de fechas entre el día en que Kirchner terminó segundo en la elección frente a Carlos Menem –quien luego abandonaría el balotaje y le despejaría el camino a la Presidencia- y el del fallecimiento del ex mandatario, al que siempre se refirió como "él". En el mensaje, dijo que el kirchnerismo llevó a que el país haya vuelto a ser "nación, pueblo y patria" y agregó: "Cuidemos lo logrado y redoblemos el esfuerzos, porque mientras haya un solo pobre, la tarea que él empezó estará inconclusa.
Moyano agradeció la carta, como agradeció a los, según él, entre "500 mil o más trabajadores" que llenaron la ancha avenida porteña y a los numerosos dirigentes que dijeron presente en el escenario, como el gobernador Daniel Scioli, la gran mayoría de los ministros de Cristina, intendentes, legisladores nacionales y provinciales y los jefes de varios gremios.
Además del pedido de reelección y el reclamo de cargos, en su discurso pidió la urgente aprobación del proyecto del diputado Héctor Recalde para que se reparta una parte de las ganancias de las empresas entre los trabajadores, elogió algunas políticas de los Kirchner (la renegociación de la deuda externa, la reestatización de los fondos jubilatorios, la Asignación Universal por Hijo), mencionó al pasar "las cosas que faltan" y, tras celebrar la Ley de Medios Audiovisuales, cuestionó duramente, sin mencionarlos en forma explícita, a Clarín y La Nación, a los que acusó de ser "cómplices de la dictadura" en Papel Prensa y pretender convertirse en fiscales. "Esos son los que derraman ética buenas costumbres y moral. Predican la moral con la bragueta abierta", disparó.
El escenario fue armado a pocas cuadras del Obelisco con tres imágenes gigantes destacadas: la de Evita a un lado, la del ex presidente Juan Perón en el otro extremo y la fotografía de Néstor Kirchner en el centro. Sobre la 9 de Julio también se instalaron columnas de sonido y 200 baños químicos. Tras la veloz desconcentración, la avenida quedó inundada de restos de comida, bengalas y petardos.
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