por Sebastián Arana
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Enviado especial del
Diario La Capital MDP
SANTA FE.- Panzeri tenía razón. Sólo la dinámica de lo impensado explica que Argentina no perdió ante Colombia. En la apertura de la segunda fecha del Grupo A, el equipo nacional jugó muy mal, fue presa de un rival corto y astuto que le robó el mediocampo y le desnudó todos sus errores. Pero que también falló en la definición y ese pecado capital lo privó de una victoria que mereció de cabo a rabo. Sergio Romero, en definitiva, fue el sostén del 0-0 que deja a la formación de Batista obligada a vencer a Costa Rica en la jornada final, el lunes a las 21.45 en Córdoba, para pasar de ronda en su propia Copa América.
Las dudas que Argentina había dejado en el debut frente a Bolivia se acrecentaron aún más en el primer tiempo. El supuesto de que Colombia podía permitir un poco más de espacios se derrumbó ni bien comenzó a rodar la pelota. El ingresado Carlos Sánchez entró al equipo para vigilar de cerca a Messi y moverse en su zona de gravitación. Por delante suyo, cuatro mediocampistas en línea ahogaron la salida argentina, obligaron a dividir la pelota más de la cuenta e impusieron supremacía en el sector central.
Apenas sí hubo destellos de paciencia para tocar la pelota aguardando el espacio. Por lo general, esa mejor cobertura de los espacios del equipo colombiano intentó salvarse con pelotazos o con la maniobra individual. Y bien pronto quedaron en evidencia las incomodidades de Zanetti y Tevez por la izquierda, el aislamiento de los delanteros, el exceso de traslado de Banega?
El equipo tuvo algo de profundidad sólo con las incursiones de Zabaleta por su lateral. Una de ellas, a fondo, a los 7?, terminó con un centro atrás que nadie llegó a conectar.
Pero enseguida Colombia se empezó a sentir más a gusto en el partido. Más corto en la cancha, dominó el sector central y partió en dos al equipo de Batista.
Su apuesta ofensiva, no obstante, tuvo más que ver con la espera del error. Pero Argentina, pese a los cuatro defensores y a los tres volantes centrales, siempre pareció distraída en el fondo y le dio oportunidades.
Tantas que el equipo de ?Bolillo? Gómez no se fue al descanso en ventaja por verdadero milagro. A los 19? entre Falcao y Dayro Moreno armaron una réplica profunda, que concluyó en un centro que Adrián Ramos empalmó en la boca del arco, con Romero vencido, por arriba del travesaño.
Siete minutos más tarde, en la oportunidad más nítida de la primera parte, falló Milito y permitió que Ramos le robara el balón. El volante enfiló hacia Romero, lo eludió, recibió falta y Fagundes dio bien la ley de ventaja porque Moreno venía sólo a empujar la pelota con el arco vacío. Pero, inexplicablemente, remató afuera.
Cerca del final de la etapa Romero tuvo que extremarse dos veces para desviar sendos remates de Moreno y Falcao desde buena posición.
En el medio de ese desastre, sólo una vez Carlos Sánchez se distrajo en la marca de Messi y el de Barcelona, con un pase al milímetro, dejó a Lavezzi cara a cara con el arquero. Sin embargo, pateó al cuerpo de Martínez y perdió la gran oportunidad. La única realmente importante de Argentina en toda la etapa.
El único que no pareció darse cuenta del pobrísimo rendimiento de Argentina fue Sergio Batista, que no dispuso de cambio alguno en el vestuario.
El equipo nacional perdió otro valioso cuarto de hora. Y cuando llegaron las variantes sólo fueron nominales: Gago por Cambiasso y Agüero por Lavezzi. Cuando era evidente que sobraban jugadores que cerraban la cancha y faltaba desborde, cuando era claro que sobraba un delantero y faltaba un generador de juego.
Es más, después de las variantes, tras sendas magistrales habilitaciones al vacío de Guarín, Armero (su remate cruzado se fue ?besando? el caño izquierdo de Romero) y Falcao (tapada brillante de Romero mediante) desperdiciaron dos chances claras como el agua.
A esa altura, ya podía sostenerse que Argentina empataba de casualidad. Y que sólo un error del rival o un rapto de inspiración genial le podían dar la victoria.
El que no tuvo el menor ramalazo de lucidez fue Batista, quien terminó de partir en dos al equipo con la entrada de Higuaín, otro delantero, por Banega.
En definitiva, la genialidad no llegó. El error tampoco. Y a Colombia le faltó ese cachito de audacia que le pudo haber dado el premio mayor, más allá de otra chance clarísima sobre el final en los pies de Teo Gutiérrez y salvada por Romero.
El veredicto del hincha, que hizo de este partido y esta jornada en Santa Fe una fiesta, fue inapelable. Cantos por Maradona, silbidos e insultos. Ni Messi, muy apagado, se salvó. Argentina sigue cayendo. Navega en una confusión alarmante. No tiene solidez. No tiene líderes. No tiene conducción clara adentro de la cancha. Y tampoco afuera.
Formaciones
Argentina (0): Sergio Romero (7); Pablo Zabaleta (5), Burdisso (4), Gabriel Milito (4) y Javier Zanetti (4); Banega (4), Mascherano (5) y Esteban Cambiasso (4); Lavezzi (4), Messi (4) y Carlos Tevez (4). DT: Sergio Batista.
Colombia (0): Luis Martínez (6); Camilo Zuñiga (6), Luis Amaranto Perea (7), Yepes (6) y Armero (6); Dayro Moreno (5), Guarín (6), Carlos Sánchez (7), Abel Aguilar (6) y Adrián Ramos (5); Falcao García (6). DT: Hernán Darío Gómez.
Cambios: en el segundo tiempo, 16 Gago por Cambiasso y Sergio Agüero por Lavezzi, 28? Higuaín por Banega, 43 Teófilo Gutiérrez por Falcao García, 44 Elkin Soto por Ramos y 47 Aquivaldo Mosquera por Moreno.
Cancha: estadio Brigadier Estanislao López de Santa Fe (muy buena).
Arbitro: Salvio Fagundes (6), de Brasil.
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