“Lo primero que puedo decir es: ¡Bravo por el gobierno de Argentina!”, dijo Pablo Gómez al ser consultado por la polémica suscitada en torno a la decisión de la presidenta Cristina Fernández de proceder a la recuperación del control de la petrolera YPF, hasta hoy inclusive con mayoría accionaria de la española Repsol.
El joven es uno de los voceros del movimiento de los indignados españoles que el año pasado conmocionó al país y al mundo con protestas masivas en reclamo de otro modelo social y económico.
De acuerdo a Gómez, la decisión adoptada por el gobierno nacional “es el camino a seguir”.
“Pensamos que esto no va a perjudicar a España, va a perjudicar a algunas elites, las mismas que le están haciendo daño al país”, explicó el vocero de los indignados, que no dudó en calificar el proyecto de expropiación como “una buena noticia”.
Asimismo, el portavoz del movimiento de protesta consideró “previsible” la posición adoptada por el gobierno conservador de Mariano Rajoy, ya que “defiende a los grandes capitales y a las grandes fortunas antes que a la población”.
Finalmente, Gómez cuestionó la dura cobertura realizada por los medios españoles y advirtió que “son empresas que tienen que responder ante los accionistas” por lo que “no pueden dar una información plural”.
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