por Gerardo Gómez Muñoz
para el Diario La Capital MDP
El operativo para ir desgastando a Daniel Scioli en su cautelosa intención de tratar de crecer como futuro candidato presidencial -ya nadie lo puede dudar- con la imposición, desde Olivos, de Gabriel Mariotto en la fórmula provincial y con la instalación de Martín Sabattella como socio para que a la vez disminuya al gobernador y aporte a Cristina a fin que no sea superada por el bonaerense. El doble objetivo, dada la inocuidad electoral del moronense no fue cabalmente cumplida y el ex motonauta nuevamente quedó a flote. Casi de inmediato Mariotto fue mandado (o por lo menos pareció eso) a intensificar la demolición mediática del novísimo adversario. Hubo una incesante escalada de declaraciones de creciente intensidad crítica, respondida desde La Plata con compungidas manifestaciones de histórica lealtad a la presidenta y al "modelo" ahora como antes a Kirchner. Muy pronto el vice se olvidó que se trataba de un escenario político en el marco institucional y no de una barricada facciosa, al punto que el mandatario debió concurrir a Olivos a explicar que le interesaría aspirar a sucederla si ella no fuera la candidata, pues nunca la enfrentaría. Se dijo que la presidenta lo habría alentado a trabajar políticamente en ese sentido. Nunca surgió la más mínima desmentida desde las cercanías presidenciales. Tras un breve período del desconcertado kirchnerismo de los custodios del "modelo" se reanudó el ataque con renovados fusiles que aprovechaban las imprudencias o no de Scioli que no escatimó autobombos a su fidelidad al tiempo que se floreaba provocativamente -o algo muy parecido- con enemigos declarados del gobierno. Entre tanto desde algún medio periodístico cercano a los cuarteles oficiales se le aconsejaba (varias veces) presentarse como cabeza de la lista de diputados nacionales bonaerenses en 2013 para sumar legisladores a Cristina que respaldasen su reelección. Como en una joda de Tinelli, ésa debía ser la prueba de lealtad. Más despropósitos aún sumaba el vice que comenzó a ser respondido desde lo que ya se llamaba "sciolismo"con calificaciones que lo comparaban alternativamente con Victorio Calabró o con el más reciente Cleto Cobos, dos vices de distinto nivel pero de similar calificación en la página de las deslealtades políticas. A esas alturas, y las encuestas lo destacaban, el vicegobernador era, como abanderado original del operativo demolición, un impresentable que restaba.
Los daños colaterales
Como en las guerras de la prepotencia imperialista nadie habría considerado las consecuencias de un fuego tan graneado y desconsiderado. Lo peor es que pareciera que alguien aconsejó o consideró que todos los errores se salvaban con un ataque final a mansalva. En un episodio inédito en la tradición institucional argentina fue la misma presidenta Cristina Fernández de Kirchner quien lo encabezó -hablando sin eufemismos- a través de la cadena nacional muy poco explicable si no fuese por la intencionalidad de poner en la horca pública al gobernador de la primera provincia argentina. Se le imputó mala gestión, despilfarro -justamente en gastos publicitarios donde el gobierno nacional no es ejemplo-, exposición mediática, operaciones de prensa, etc. Todo para explicar la presunta justicia de negar -sin previo aviso- los fondos otorgados hasta ese momento para financiar a Buenos Aires. Transcurrieron pocos días y en presunto acto magnánimo se le facilita a la provincia los recursos indispensables para solventar los gastos necesarios. Pero en el medio habían quedado los docentes y los trabajadores estatales, justamente gremios idóneos para la ocasión, por ser de los más enfrentados a Scioli. En el medio había quedado la gente más necesitada que se atiende en los hospitales públicos, los millones de chicos escolares, los requerían diversos servicios, etc. Nadie y con toda razón y justicia se puede quedar sin reaccionar en el marco de la ley si es el propio Estado empleador quien no cumple con su obligación de abonar los salarios. Ahora y a la vista de que la plata apareció, quién tuvo la culpa. ¿El gobernador que gestiona mal? ¿El gobierno nacional que utiliza la caja para asistir de acuerdo a su arbitrio? Seguro que hay de todo un poco y el pueblo lo ha constatado porque desde distintos indicios se pueden elaborar algo más que presunciones. Una, segura: el intento de abatir a quien hoy podría ser considerado como un sostenedor sólo a medias "del modelo", fracasó. Las mediciones de opinión pública revela que el gobierno nacional -la presidenta- fue la más afectada por el rechazo de lo sucedido en estas semanas donde el disenso político fue llevado al escenario institucional dejando de lado el interés del pueblo afectado. Otra, la necesidad de salvar del incendio a todo el elenco que ha pergeñado y ejecutado la operación demolición de la única figura que en el peronismo -de toda laya- aparece hoy como eventual candidato a suceder a Cristina si es que no se logra el anhelo de la reelección. Como corolario de esta verdadera sucesión de papelones político-institucionales habrá algún funcionario, un político que pagará todo el desquicio provocado ¿Sus responsables pensarán que con él salvaron "el modelo" o los sciolistas que han conseguido mayor confiabilidad con vistas a la sucesión?... ¿Y quién rescata a Mariotto que hizo el gasto y se encargó del juego sucio? Pobre, una más: todas las internas disputadas en Lomas de Zamora, Banfield, la Universidad, el Colegio de Abogados..., menos mal que en Mar del Plata lo tiene a Diego Garciarena.
La escena marplatense
En nuestra ciudad es más fácil apreciar que el peronismo cuya conducción formal, sin existencia real, giraba como PJ-FPV es absolutamente inocuo. Pero, el Frente para la Victoria, a pesar de detentar todos los cargos legislativos y casi todos los simplemente estatates, tampoco exhibe una entidad suficiente como para encarar este horizonte dividido que se avizora a partir de la sucesión de disensos que crecen en el oficialismo. El peronismo más tradicional, el proveniente del sindicalismo y el que viene de sucesivas derrotas con camisetas de ocasión está mucho más dispuesto a intentar aportar desde sus propias creaciones a la fuente común de Scioli, aunque éste procura no ser embanderado en esos reductos. "La Juan Domingo" con Osvaldo Goicochea, Baldomero Alvarez y otros ya se mostró en la 5a. hace pocas semanas. Fue en Miramar con nutrida y variopinta concurrencia marplatense y de varios distritos de la sección. Son como la línea dura contra Mariotto, especialmente, pero no están dispuestos a "sacar los pies del plato. Hay otra agrupación más joven, patrocinada por el jefe de Gabinete Alberto Pérez, cuya cabeza visible en la ciudad es el ascendente diputado Rodolfo "Manino" Iriart. Se nuclea en el Cefil donde más de 500 jóvenes y algunos no tantos constituyen una fuerza considerablemente movilizadora. El legislador baja línea directamente desde la Casa de Gobierno de La Plata y desde la quinta mítica del gobernador.
El oficialismo municipal se integra con Acción Marplatense, más ponderable sector del kirchnerismo originario que participa de la gestión de Gustavo Pulti con importantes cargos. La reciente declaración del bloque de concejales, criticando y fundamentado en Juan Domingo Perón la decisión del gobernador de cuotificar el aguinaldo es un dato concreto. Muy cercana al intendente, líder indiscutido de AM se confidencia que en caso de tener que optar: Cristina sin dudas. Mal que le pese a Garciarena que, en realidad teme que los pultistas se sumen al FpV en eventuales internas. A él le cabría la posibilidad de arrastrar a una nueva derrota a su sufrido padrino Mariotto. Esta circunstancia de que un "parvenú" como el balcarceño y en otras ocasiones, el no muy lejano garivotista, Pablo Retamoza bajen línea política en Frente para la Victoria indica un estado de cosas no muy firmes. En el campo juvenil y barrial hubo un indicio hace pocas semanas acerca de una consideración del panorama que ahonda en la militancia y no se agota calentando sillones o haciendo declaraciones políticas de corto alcance. En esa ocasión -barrio Domingo F. Sarmiento- seis miembros de la conducción central de La Cámpora, (Ottavis, Pablo Obeid, Fernanda Raverta, Mayra Mendoza) de Kolina de Alejandra Urdampilleta, el Cefil con Manino Iriart, militantes barriales y hasta la diputada de AM en el FpV Alejandra Martínez. De todos modos la ausencia por ahora, de los referentes fuertes del espacio político como Adela Segarra y Daniel Rodríguez dejan crecer con apariencias engañosas a los presuntos voceros del momento y todo puede cambiar para cuando se aceleren los tiempos y las olas de arriba lleguen a estas costas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario