por Gerardo Gómez Muñoz
para el Diario La Capital MDP
Fueron varias y largas las semanas en las que la política nacional -con excluyente protagonismo oficial- parecía estar conducida por un piloto loco. Desde las cercanías de la más alta investidura gubernamental un doméstico escuadrón de fusileros tiraba a discreción sobre el presunto enemigo encontrado en las propias filas a través de las miras telescópicas empañadas por la exasperación. Y el apuntado que no parecía advertir su no escaso aporte a la confusión al abrazarse y solazarse posando a cada momento con los más arteros odiadores de sus declamados amigos. La virulenta intemperancia de un lado se unió a la declamada lealtad devaluada por los significativos gestos políticos en contrario, sobreactuados desde la otra punta produciendo una esperada, pero no por ello justificable explosión en el escenario institucional. En el momento del colmo, tal vez algún asesor amigo o más presumiblemente los resultados de apuradas encuestas revelaron que con esos alardes de poder que colocaban en el sitio de las verdaderas víctimas a diversos sectores de inocentes trabajadores de la comunidad, la gente reaccionaba castigando con su opinión adversa a ambos responsables. En primera instancia a Cristina Fernández de Kirchner mayormente, aunque también a Daniel Scioli. Fue la propia presidenta la que trajo el raciocinio indispensable alardeando con las soluciones encontradas para pagar los aguinaldos que se seguirán abonando de la misma manera como antes. Cuando llegaban los fondos que para justificar al apriete desmesurado dijeron que los impedimentos eran fruto de la mala gestión en la provincia, donde nada había cambiado en ese campo en los últimos años del gobierno de Scioli. Triquiñuelas de nuestra política oportunas para evitar el imposible "sincericidio" de admitir que al díscolo gobernador que quiere hacer uso de su derecho a tener aspiraciones electorales, se le habían negado los dineros para dificultarle sus desprolijidades políticas y sus intenciones de diferenciarse de quienes lo ayudaron en su camino ascendente. Se puede colegir que seguirá ella como dadora de todos bienes y el bonaerense con su cara de circunstancias aguantando estoicamente todo lo que tiren, para salirse con la suya: ser candidato en las próximas presidenciales. Pero el alarde provocador de amplitud y comprensión con quienes pretenden lisa y llanamente demoler al kirchnerismo deberá cesar. El costo de nuevos enfrentamientos quedó a la vista: no ganarán ni unos y otros.
Pero algo ha cambiado, evidentemente por lo menos en estos últimos 10 días: Mariotto dejó de hacer declaraciones groseramente desleales por un lado y sólo idóneas para ganarse el deslucido diploma de "empleado de la semana". En la mismísima Rosada se habrán convencido de que con operadores así se les ahorra el trabajo a los adversarios. El vice después de sus fracasos escénicos tal vez alivie a los marplatenses de un cabal adefesio político como Diego Garciarena inocuo en su afán como en los tiempos de trepar las medianas serranías en sus juvenilias balcarceñas.
El ministro Florencio Randazzo parece haber abonado la presunción de que el GPS político ha sido recuperado y los caminos no serán elegidos al tun tun como en los últimos tiempos. Su intención de marcar límites y señalar el rumbo fue explícita. Puntualizó que Hugo Moyano no pertenece al espacio porque es figura de la oposición -una serie de verdaderos papelones políticos sin regreso como las lisonjas con Eduardo Buzzi y Hugo Biolcati entre otros- marcan un límite que debe también atenderse en "La Ñata". Hasta su hijo, el diputado nacional Facundo Moyano estableció distancias diciendo que no hay alternativas frente a una eventual nueva candidatura de Cristina y que él la votaría de nuevo. Muy intencionadamente Randazzo diferenció al gobernador Scioli afirmando que el gobernador es un hombre del proyecto. Casi como un revalidado pasaporte para circular frente a la mira de tiros de los presuntos "gourkas" del kirchnerismo de paladar negro.
La UCR, Cheppi y Pulti
En nuestras costas el kirchnerismo de los cargos, el de los "auto-referentes", parece no haberse enterado de la marcha de los acontecimientos que son mucho más rápido que las concepciones de Garciarena, Carlos Cheppi, Fernando Maraude y Pablo Retamoza que aparecen a estas horas como los padres de las bajadas de línea que se avistan. Pocas horas antes de los auténticos direccionamientos dictados por Randazzo, ellos saltaron al ruedo creyendo que había llegado el momento de demoler al intendente Gustavo Pulti. Un hombre al que las ansias desmadradas de Cheppi y sus acólitos necesitan presentar como el enemigo de los marplatenses, del trabajo, de la salud, de la pesca, de la producción y del gobierno nacional. Después vendrán unos párrafos para apreciar las coincidencias de estas posiciones con el preocupado -por su futuro poco optimista- radicalismo, pero primero está señalar que el esfuerzo por despegar al intendente de Cristina, es el paso esencial, sin el cual los afanes del actual embajador serán ejercicios fútiles. La verdad de los cargos imputados es cháchara de la peor calaña, apenas disimulables en tiempos electorales, todavía lejanos. Con los criterios usados en los dicterios se podría señalar que en grandes sectores del Puerto, la huelga del Simape es atribuible, en gran medida, a las amistades de Cheppi con Norberto Yahuar -que nunca se hizo cargo del conflicto- y de ambos con algunos empresarios de la pesca. Por otro lado se trata de complicar al jefe comunal con el supuesto entendimiento de éste con el sindicalista Juan D.Novero en el conflicto. Otros sectores en el Puerto dicen que el veneno del titular del Simape, proviene del presunto acuerdo del ex y del actual titular del área nacional de Pesca con empresarios que habrían apoyado con ayuda fuerte y sonante a la campaña del embajador. Se habla inclusive de las exigencias bajadas a Scioli para sacar a Novero de su cargo en la provincia. Casualmente Cheppi es imputado en la interna kirchnerista de haber exigido remociones de funcionarios en reparticiones nacionales porque apoyaban a Pulti y lograr que los reemplazantes perteneciesen a su espacio interno. Finalmente, podría no ser casual que en estos momentos candentes cuando se atribuye falsamente a Pulti despreocupación, siendo sabido que, como dijo un dirigente pesquero "dejó surcos en la autovía con su auto yendo y viniendo a y de entrevistas". Alguna razón tendrán dirigentes más calificados en la historia de la militancia kirchnerista-peronista y compañeros en el triunvirato de referentes, Adela Segarra y Daniel Rodríguez para que no hayan dicho ni mu. Hay maestros en la gaya ciencia peronista que suelen ser hábiles en aquello de desensillar hasta que aclare, tal vez están esperando que llegue este momento porque el se podría estar produciendo la desbocada de los pingos demasiados ansiosos.
La rueda de auxilio radical
Cada vez llama más la atención que los tres concejales del FpV Verónica Beresiarte, Retamoza y Maraude se manifiesten más cercanos a las posiciones de la UCR a fin de enfrentar al gobierno municipal que para entenderse con un confeso asociado al gobierno nacional y al proyecto que lidera Cristina. Quienes se mueven en los meandros muchas veces neblinosos del Concejo Deliberante atribuyen a una sigilosa tarea del edil Nicolás Maiorano y sus constantes conciliábulos con Pablo Retamoza, hombre de confianza de Cheppi, esta impensada afinidad política y coyuntural. La UCR pergeñó casi en coincidencia con el bloque kirchnerista una retahila de cargos insostenibles a la gestión de Pulti en una acción de pinzas que no repara en detalles que divierten a los memoriosos y no hace falta remontarse a los tiempos del Ruso Katz cuando Mayorano era vara importante. Por ejemplo habla de las ominosas jornadas de sitio de los colectiveros de la 25 de Mayo y del intento de toma del municipio por las huestes de Raúl Calamante y Roberto Villaola, cuando a estas alturas pocos dudan de que este último operativo fue para impedir que viniese Cristina a inaugurar el CEMA. En el fondo estas posiciones parecen más que dictadas por una estrategia política un "sálvese quien pueda", posicionándose para los confusos tiempos venideros. La reaparición pretendidamente estelar de Cleto Cobos sobre los pasos futuros de la UCR y el salvataje al Ruso Katz con una posición partidaria podrían estar anticipando que el hombre busca reubicarse. Para agregar más detalles a este guiso -¿tal vez otra casualidad?- también reapareció una figura consular de las desinteresadas luchas populares Roberto Villaola para sumarse a la cruzada pro Cheppi.
Premio al trabajo
Si existiese el galardón nadie más merecedor que él: Daniel Víctor Katz Jora. Incansable laburante, varias veces concejal, antes "asesor" en el bloque, intendente por 10 años, legislador nacional, "asesor" del bloque. Refirió entusiasmado que se iba de vacaciones invernales a Miami. Como le fue bien y no escasean los ahorrillos después de tantos años de afanes, decidió que La Florida fuese sólo una escala y siguió hasta Hawai. Allí lo vieron y se solazaron con las merecidas vacaciones de este dirigente ilustre de nuestros tiempos, algunos marplatenses.
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