En un contundente discurso frente a la Asamblea General de Naciones Unidas, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner realizó un airado reclamó a la república de Irán para que extraditen a los funcionarios sospechados de haber participado en los atentados a la AMIA y la embajada de Israel en nuestro país. "Humildemente, como Presidenta, voy a volver a reiterar ese pedido para lograr que los funcionarios a los que la Justicia argentina les asigna responsabilidades puedan ser extraditados para ser juzgados", afirmó.
La presidenta le habló directamente a su par, Mahmud Ahmadineyad: "El presidente de Irán, seguramente volverá a negar tragedias históricas que occidente ha sufrido durante el siglo XX, invocará la amenaza de otros imperialismos, invocará a Dios; yo quiero decirle que mi país, la República Argentina, no es un país imperialista, que como el creo en Dios, aunque sea otro credo, y creo que ninguno de los dos creemos que Dios pueda obligarnos a proferir amenazas o a no cumplir con la Justicia", disparó.
Golpe "cívico-mediático" en Honduras. Cristina comenzó su discurso con una narración de las horas de tensión que se viven en Honduras, tras el regreso a Honduras del presidente depuesto Manuel Zelaya, asilado en la embajada de Brasil en ese país. "La embajada de mi país hace casi dos días que le han cortado la luz, no es por no pagar cuentas, más suerte tiene que la embajada de Brasil, a la que han cortado la luz y el agua por albergar al presidente Zelaya, debo decirles que ni en Chile durante la dictadura de Pinochet, ni en Argentina durante la de Videla, hubo un comportamiento similar con embajadas que activamente trabajaban en el asilo de los refugiados", recordó.
"Digo esto porque es imprescindible que tomemos conciencia que sino construimos y diseñamos una estrategia multilateral fuerte, precisa, que haga retornar democracia a Honduras", continuó diciendo, al tiempo que calificó al Golpe a Zelaya como una ofensiva "cívico-militar" que "ha sido minimizada por las potencias. En ese sentido, expresó que es necesario que el multilateralismo exija "acciones y reglas concretas para que todos tengamos los mismos parámetros a la hora de juzgar actitudes y situaciones institucionales". El reclamo intacto de Malvinas. Como cada año, la presidenta Argentina volvió a renovar el reclamo para discutir la soberanía nacional sobre las Islas Malvinas. "Es necesario señalar que en mi país aún tenemos un enclave colonial. Sigue sin poder abordarse cuestión de soberanía", aseveró en su discurso. "A pesar de las múltiples resoluciones de esta misma Asamblea aun no hemos podido resolver ese tema con el Reino Unido y solo hace pocos meses hemos logrado que un grupo de familiares puedan viajar en un vuelo humanitario a rendir el homenaje a sus muertos que lucharon en Malvinas", añadió la mandataria. Multilateralidad. Cristina dejó en claro durante sus palabras las diferencia que existen hoy entra los países desarrollado y en vías de desarrollo en el contexto de la globalización. Para ello, puso de ejemplo el Protocolo de Kioto sobre la reducción de emisión de gases que producen el calentamiento global. "La única posibilidad de abordar con éxito la globalización va a ser tener reglas comunes para todos los países", sentenció. "La democracia, la vigencia de los Derechos Humanos y reglas similares para todos los paises del mundo son las tres claves para construir una nueva multilateralidad, con normas que sean iguales y parejas para todos, pero sobre todo para aquellos que por acción propia y desarrollo social y económico lideran los grandes paises del mundo", finalizó.
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