*Carlos Anton
Hoy se cumplen 55 años del día en que 34 aviones, en su mayor parte de la Marina, bombardearon Plaza de Mayo y otros puntos estratégicos de la ciudad para, supuestamente matar a Perón aunque las víctimas reales fueron quienes estuvieron allí entre las 12.40 y las 17.50. Se estima que hubo 364 muertos y más de 800 heridos. Fue un aviso de la oligarquía a todo un pueblo. Tres meses después exactamente estos sectores darían un golpe militar. El golpe de la "Fusiladora"."TIRABAN LA BOMBA Y SE ESCAPABAN"El bombardeo a Plaza de Mayo sólo se puede entender por el odio de clase que la burguesía ha sentido siempre hacia los trabajadores. Bombardear una zona abierta concurrida por miles de civiles es un acto genocida similar al que realizó la aviación hitleriana sobre Guernica o los que realiza hoy la aviación estadounidense en las ciudades de Irak.José Azcurra, es sobreviviente del bombardeo que la Aviación Naval realizó el 16 de junio de 1955 sobre Plaza de Mayo. Aquel día era un joven de 29 años que acudió a la Plaza a defender un gobierno que consideraba suyo. Hoy pertenece al sindicato de Farmacia y relató al programa Primeras Luces de Radio Nacional sus vivencias de aquel día.Ver la gente muerta, el trole destrozado por la bomba...Veíamos una impunidad de los tipos que tiraban desde arriba...nosotros no teníamos nada. Habíamos concurrido a la Plaza en defensa del sistema peronista, pero de ninguna manera podíamos contra los tipos que tiraban desde los aviones...era imposible. Fuimos a una armería a buscar armas y dejamos los datos nuestros, fuimos un poco ingenuos... al otro día nos citaron de la policía para que entregáramos los revolveres que habíamos sacado. Luego caminando, caminando, encontramos un general y le pedimos armas y no nos dio tampoco. En ese momento llegó un tanque al que se le cayó una ametralladora, pero ninguno de nosotros sabía usarla, porque las ametralladoras de los tanques son muy especiales. Al caminar y andar por ahí vimos una cantidad de camionetas, frente al Banco Crédito. Por la calle Yrigoyen al lado de la casa de Gobierno es donde más tiraron. Ellos decían que querían matar a Perón. Matar a Perón de esa forma, no creo que fuera posible; la cuestión era darnos a nosotros un ejemplo de lo que podía pasar.No se por qué no se ha reconocido este hecho antes. No se por qué los gobiernos no lo tienen en cuenta. Esto fue muy brutal, muy brutal. Pero además las armas con que nos atacaban eran compradas con plata nuestra.-¿Cómo es que usted toma la decisión de subirse a la camioneta y comenzar a trasladar heridos?-Las personas que estaban conmigo subieron a las camionetas, yo tomé la tercera o cuarta y comenzamos a llevar heridos a los hospitales. En un momento una de las enfermeras nos puso una sábana blanca (como una bandera blanca) en las camionetas y nos dijo: "chicos a Uds. los van a matar". A nosotros no nos importaba la vida, era cuestión de actuar, de actuar a favor de nuestros semejantes.Esto lo digo también para los jóvenes de hoy, que actúen a favor de la república, era lo que nosotros hacíamos siempre. El gobierno había impreso el sentido nacional a la vida. Ser una colonia próspera no es nuestro destino, nuestro destino es tener una nación fuerte, que pueda responder a todas las necesidades que tiene su población.Con las camionetas llevamos los heridos a los distintos hospitales. Dicen que hubo más de 300 muertos, yo creo que hubo más. Ver eso era llorar. Usted no se imagina lo que era ver ahí esa gente muerta, terrible, terrible...Y el deambular nuestro sin tener posibilidad alguna de defensa. Porque si estos canallas hubieran peleado, todavía. Venían, peleábamos, y moríamos peleando. Pero no pelearon nada......Tiraban la bomba y se escapaban al Uruguay...Las bombas que eran nuestras, aviones que eran nuestros, combustible que era nuestro, lucharon para bombardearnos a nosotros, fue terrible.Pasaban tiraban la bomba y se iban y nosotros no teníamos nada para contestar el ataque. Luego fuimos a la Cámara de Diputados, y estaban todos reunidos, pero no se qué es lo que hacían, sería la orden de parte del gobierno de quedarse en el recinto... pero los que estábamos ahí abajo éramos toda gente de pueblo, peronista y no peronista. Ese día los que estábamos ahí, todos éramos pueblo... éramos argentinos que queríamos un país, una nación.ODIO DE CLASEEl bombardeo a Plaza de Mayo sólo se puede entender por el odio de clase que la burguesía ha sentido siempre hacia los trabajadores. Bombardear una zona abierta concurrida por miles de civiles es un acto genocida similar al que realizó la aviación hitleriana sobre Guernica o los que realiza hoy la aviación estadounidense en las ciudades de Irak. Que la "turba" se vuelva a sus casas, fue una de las condiciones que pusieron los el ministro de Marina, contraalmirante Aníbal Olivieri, el vicealmirante Benjamín Gargiulo, para rendirse, luego del bombardeo a la Plaza. Ese nombre: "la turba", esa voz que lo pronuncia: la Marina, sintetiza los dos actores. Trabajadores y burguesía. Ese día fue un jalón más de ese odio arraigado, que los sectores más reaccionarios de la sociedad sienten hacia los trabajadores.El 16 de junio, asesinaron trabajadores, como antes los habían asesinado en la Semana Trágica las hordas de la Liga Patriótica y la Policía del coronel Falcón. Como años más tarde los asesinarían los militares del Proceso.Si nuestra historia como país independiente comienza a escribirse el 25 de mayo de 1810, la oligarquía y la reacción comienza a moverse al mismo tiempo y muy cerca de esa fecha asesinan a Mariano Moreno. De allí para acá, la historia de este país, aunque lo quieran ocultar o disimular detrás de la frase retórica: "desencuentro entre hermanos", está jalonada por la lucha del pueblo y el odio hacia él por parte de la clase dominante.Chusma, turba, cabecitas, villeros, piqueteros, han sido y son palabras que son lanzadas con desprecio. Pero también con temor. Temor a perder los privilegios, la riqueza, el poder que amasan cada día con nuestra sangre. Los trabajadores y trabajadoras, peronistas y no peronistas, no olvidan y no perdonan la masacre del 16 de junio y tampoco olvidamos ni perdonamos la muerte de ninguno de nuestros compañeros.
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