En el primer día de implementación de los controles, hubo esperas excesivas que caldearon el ánimo de vecinos y comerciantes. En Corrientes y Rivadavia, hubo forcejeos con la Policía y gente que “se fue a las manos”.Durante la mañana se desató un caos en Av. Colón y Corrientes, el cual se replicó en otros puntos del área cercada, por caso, en Olavarria y Falucho, de acuerdo a lo que denunció una vecina.
Además de las largas filas de personas que viven o trabajan dentro del perímetro y debieron esperar mucho tiempo para ingresar, se registraron filas de autos en las inmediaciones que tenían impedido el acceso a las cocheras.
La mayor parte de las quejas se centró en la utilización de un solo aparato para tomar las huellas digitales, motivo principal de la lentitud del procedimiento.
Edgardo, uno de los habitantes de la zona, expresó: “no puede ser que no haya coordinación entre las fuerzas de seguridad”.
Y Roberto amplió: “es un desastre. Estuve esperando 50 minutos para poder entrar y presentarme en mi lugar de trabajo”.
Por último, Julieta, estudiante de una universidad privada emplazada en el sector restringido, destacó: “el mecanismo para ingresar es sumamente lento. No puedo creer que tenga que modificar los tiempos de mi vida por todo esto”. “Es una locura”, se quejó.
Fuente: Portal marplatense Cazador de Noticias
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