Por Tali Goldman
para Revista Veintitres
Los más díscolos acusan a la cúpula partidaria de girar a la derecha. El descontento de Federico Storani y un apoyo que el GEN de Margarita Stolbizer no esperaba pero agradece.
Exodo: “Dícese de la emigración de un pueblo o de una muchedumbre de personas”. Esta definición de la Real Academia Española describe tal vez como ninguna otra el fenómeno que vive el radicalismo tras el impensado acuerdo entre Ricardo Alfonsín y Francisco de Narváez.
Varios correligionarios pusieron el grito en el cielo, sobre todo desde el espacio liderado por el histórico dirigente Federico Storani, quien quitó su apoyo al hijo del ex presidente por desacuerdos ideológicos irreconciliables. Aún más, en la interna que finalmente no se concretó, Storani apoyó al derechista Ernesto Sanz.
Sin embargo, una nueva crisis volvió a estallar en el seno del centenario partido. Ocurrió el sábado 2 de julio, apenas culminado el cierre de listas para intendentes, concejales y consejeros escolares que competirán en las internas abiertas y obligatorias del 14 de agosto. Y es que la junta electoral de Unión por el Desarrollo Social (Udeso) –compuesta por integrantes de la UCR y de la Unión Celeste y Blanca– impugnó una infinidad de listas y permitió únicamente aquellas que habían logrado combinar candidatos de ambas fuerzas en una sola boleta, escudándose en un acuerdo firmado por ambos espacios.
Esto generó muchísimo enojo en distritos clave de la provincia de Buenos Aires que, por estas horas, están evaluando una huida en masa
Pero como en todo éxodo, hay un destino al que arribar, y en este caso el puerto más cercano –ideológicamente hablando– es el GEN de Margarita Stolbizer, que va como candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires por el Frente Amplio Progresista (FAP), una alianza que comparte con el socialismo de Hermes Binner.
Un caso paradigmático es el de Avellaneda, uno de los municipios más importantes del primer cordón del conurbano, que sufrió la baja de dos listas por parte de la junta electoral.
“A nosotros nos ignoraron completamente”, manifestó enojado a Veintitrés Guillermo Ríos, secretario general de la UCR Avellaneda, y explicó que ni siquiera tuvieron la posibilidad de sentarse a dialogar con sectores de De Narváez. Ríos agregó que “nosotros, a pesar de mucho debate interno, votamos a favor del acuerdo provincial con la Unión Celeste y Blanco, pero a nivel local ellos ni siquiera quisieron juntarse con nosotros a negociar, y por eso presentamos una lista sólo con nuestros candidatos. Se están armando las listas de manera arbitraria y ése no es el espíritu de nuestro partido”.
Para ser claros: la UCR de ese distrito presentó tres listas. Una, encabezada por Adrián Lega, que nuclea a gente de diferentes movimientos internos del partido y militantes independientes. La segunda, liderada por Juan Carlos Sanbarbieri, que principalmente reúne a gente del Modeso, que responde al ex candidato presidencial Leopoldo Moreau. La última, encabezada por José Aresi, que concentra a representantes radicales y de la Unión Celeste y Blanco.
“A la única lista que la junta electoral dejó presentarse es a la encabezada por Aresi, a las otras dos las impugnó y por eso nosotros presentamos un recurso ante la Justicia provincial”, explicó Ríos, quien ya manifestó que de ahora en adelante jugará para la candidata a gobernadora por el FAP. Y agregó: “Acá no se respeta la democracia interna, parece que la plata de De Narváez convenció al radicalismo”.
También apoyarán a Stolbizer sus compañeros Miguel Matarese, ex presidente de la UCR Avellaneda; Juan Grinspun, hermano de Bernardo, ex ministro de Economía de Raúl Alfonsín, y gran parte de la juventud radical de ese municipio.
Algo similar sucedió en Lomas de Zamora. De las tres listas, una encabezada por Marcelo Pellegrini, otra por Fabio Abraham y la última por Pascual Cappelleri, sólo la primera negoció con el sector de De Narváez y las últimas dos fueron rechazadas por la junta electoral de Udeso, por lo que también apelaron a la Justicia.
Este mismo esquema se reproduce en otras localidades de la provincia de Buenos Aires, como Vicente López, Lanús, San Isidro, Moreno, Pehuajó, Necochea, Merlo, etcétera. Muchos de sus históricos caciques provinciales, que apoyaron a duras penas el acuerdo con el “Colorado”, se sienten absolutamente relegados por este acuerdo.
Otro de los casos paradigmáticos es el de la actual diputada nacional por la UCR Sandra Riobóo, que se presentará en el segundo puesto como candidata a senadora por el FAP. “Mi candidatura es una manera de manifestar mi desacuerdo con la Udeso”, explicó Riobóo a esta revista. Si bien ella sigue estando afiliada a la UCR y se define como tal, considera que es una manera de dejar en claro las diferencias con De Narváez. “Creo que el radicalismo no fue consecuente. Nuestro acuerdo tenía que ser con Stolbizer, con Binner y hasta con Pino Solanas –agregó–. Si hago una lectura práctica, el acuerdo con De Narváez hasta nos aleja de la segunda vuelta. Nuestros compañeros están muy enojados.”
Para Riobóo, lo importante es “no perder el diálogo ni con militantes ni con dirigentes radicales”.
Gerardo Milman, actual diputado por el GEN y uno de los principales operadores de Stolbizer, explicó a Veintitrés que hubo “dos oleadas” de ruptura dentro del radicalismo. “La primera manifestación que nosotros recibimos fue cuando se cerró el acuerdo con De Narváez, ahí comenzaron a llamar. Y ahora, con el cierre de listas, muchos compañeros nos están explicando que ni siquiera pueden competir en las internas de su propio partido.”
Otro de los históricos radicales que expresó su total desacuerdo con la alianza fue el líder de la Corriente de Opinión Nacional (CON), Federico Storani, que según contó a esta revista “en el cierre de listas se utilizó un criterio restrictivo y arbitrario, dejando en claro que no se deja competir a ciertos sectores que están descontentos del acuerdo con la derecha”. Además, explicó que “la UCR siempre fue un partido que se caracterizó por la democracia interna, entonces si quieren presentar listas que lo hagan dentro de la ley de internas”.
Algo está cambiando en el espíritu del partido fundado por Leandro N. Alem. Varios militantes así lo expresan. El 23 de octubre, en las urnas, se sabrá si la pragmática estrategia que llevó al acuerdo don De Narváez fue la correcta.
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