El fiscal Mariano Moyano sumó ayer más elementos incriminatorios en la causa que sigue por irregularidades en la comisaría quinta. Faltan libros de actuaciones de los últimos meses. Mientras tanto, siguen prófugos tres policías y dos delincuentes.
La investigación a la comisaría quinta que está encabezando el fiscal Mariano Moyano para esclarecer presuntos hechos de corrupción tuvo ayer un nuevo capítulo al no encontrarse asentada la actividad de los últimos meses de los ingresos de personas por "averiguación de identidad".
Mientras esto se desarrollaba en la zona de Punta Mogotes, nada se conocía del paradero de los tres policías, entre ellos una mujer, que desaparecieron en los últimos días cuando tomaron conocimiento del estado de la causa.
Moyano investiga una denuncia presentada luego del asalto contra el sindicalista Roberto Páez, secretario general de la Asociación Gremial de Maestranza y Servicios de los Casinos Provinciales, Roberto Páez. El hecho ocurrió en la madrugada del lunes en avenida Peralta Ramos al 2600, en la casa del gremialista, donde dos delincuentes fueron detenidos por policías de la comisaría quinta. Sin embargo, en lugar de imputarles el robo, al llegar a dicha dependencia los efectivos policiales los ingresaron sólo por averiguación de identidad.
Una vez conocida esta circunstancia, la denuncia llegó hasta el fiscal Mariano Moyano que dispuso algunas medidas, entre ellas seis allanamientos a viviendas. Un policía de 41 años fue detenido mientras que no fueron localizados una mujer y otros dos hombres, todos numerarios de la comisaría quinta. Hasta ahora están todos prófugos con pedido de detención y hasta sus colegas de la DDI local los buscan. Una versión indicaba que podrían entregarse en las próximas horas.
En tanto los dos delincuentes liberados fueron acusados del delito de robo agravado en poblado y en banda, aunque también permanecen prófugos.
Ayer pasadas las 17 ayudantes de la fiscalía de Moyano se presentaron en la comisaría quinta con la orden de allanamiento librada por la justicia de garantías. El objetivo era secuestrar los libros de registro de la dependencia ubicada en la calle Puán del barrio de Punta Mogotes.
Fuentes judiciales confirmaron a LA CAPITAL que promediando el allanamiento la sorpresa era total ya que faltaba el libro de actuaciones de los últimos meses por averiguación de identidad.
Los libros de archivo de cada comisaría contienen distintos registros. Por un lado está el libro de guardia, en donde un ayudante vuelca todos los "incidentes" de ingreso y egreso de patrulleros y detenidos.
Ese libro se confecciona manualmente y en "tiempo real", por lo que es el más fiable de todos si una comisaría funciona de manera transparente.
Luego está el libro de registro de entrada y salida de detenidos, un libro específico con los datos de las personas apresadas por algún tipo de delito.
Cuando las causas son judicializadas no quedan actuaciones en la comisaría, ya que van a parar a manos del fiscal que interviene o, si se trata de un captura (un prófugo), al juez que requiere esa detención.
Sin embargo, hay otro libro que es el de actuaciones por averiguación de identidad, que en la policía se lo sigue llamando "Doble A". Esto obedece a que con la ley anterior el trámite era de averiguación de antecedentes. Lo concreto en ese bibliorato es toda la información de las personas demoradas, el resultado positivo de la red -si fuera negativo, sería una captura- y otros datos.
Precisamente, este último libro es el que no estaba actualizado en la comisaría quinta, de acuerdo a fuentes extraoficiales consultadas por LA CAPITAL.
"Si se está investigando un hecho en el que presuntamente algunos policías detenían a autores de hechos delictivos y luego sólo los ingresaban por averiguación de identidad, la falta de esos libros es sugestiva", explicó una fuente judicial consultada.
De proseguir profundizándose las presunciones podría darse un escenario complicado. Ese que mezcla el accionar delictivo más violento (asaltos a casas de familia, ataque contra las víctimas, etc.) con la labor de policías en connivencia.
Por lo pronto es una investigación que avanza a paso firme y que conmueve a la policía local. El jefe Departamental Fabián Perroni decidió días atrás cambiar al subcomisario Walter Ovejero, titular hasta entonces de la comisaría quinta, y reemplazarlo por José María Acosta, que se desempeñaba en primera. Ayer fue desplazado Fernando Feige como titular de la Jefatura Distrital Sur y ocupó su cargo el comisario Rubén Soria, proveniente de la jurisdicción de Avellaneda.
Fuente: Diario La Capital de Mar del Plata
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