Desde la Agrupación Fuegos de Oktubre queremos manifestar nuestro rechazo y preocupación por el virulento ataque que el Intendente Municipal, por intermedio de uno de sus empleados, está llevando adelante contra el representante de nuestro país en la hermana República de Venezuela, compañero Carlos Cheppi.
La similitud y el tenor de los agravios contra el Embajador argentino nos hacen recordar a la embestida que Jorge Lanata hiciera contra dicho funcionario nacional. En realidad, creemos que no es un ataque contra Carlos Cheppi, sino contra nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su política de integración latinoamericana.
Los partidos vecinales, por su propia concepción liberal y su acotada visión, rechazan los procesos políticos que busquen aportar a la construcción colectiva, y por tanto, a la construcción de la Patria Grande de América Latina.
Los vecinalismos construyen con las corporaciones, no con la política y por ello se sienten infinitamente más cómodos firmando convenios con la empresa Telefónica o subordinándose a los intereses del Multimedio La Capital, que aportando a un Proyecto Nacional.
El ataque y los agravios no son contra Cheppi, sino contra la política que representa y conduce nuestra Presidenta.
Un día es el empleado Alveolite el que ordena detener a militantes políticos. Otro día es el empleado Artime el que embiste contra el Proyecto Nacional. Otro día es el empleado Aiello el que convoca un paro contra el Gobierno Nacional. Otro día es el empleado Palacios el que brinda por la muerte de Néstor Kirchner. Y así todos los días.
Los grandes problemas de la ciudad no se resuelven trasladando la Municipalidad (gastando más de cincuenta millones de pesos), haciendo un negocio con la empresa Telefónica. Los problemas de la ciudad se resuelven con política, gestión, diálogo y un claro sentido de las prioridades.
Los grandes problemas de la ciudad no se resuelven trasladando la Municipalidad (gastando más de cincuenta millones de pesos), haciendo un negocio con la empresa Telefónica. Los problemas de la ciudad se resuelven con política, gestión, diálogo y un claro sentido de las prioridades.
Cuanta cobardía política encierra la actitud del Intendente. ¿Por qué, si el funcionario nacional que cuestiono el oscuro convenio con la empresa Telefónica fue el Ministro Julio De Vido, el Intendente manda a embestir contra el Embajador Argentino en Venezuela?
La cuestión es clara. La realidad colocó a Gustavo Pulti en una encrucijada: defender un acuerdo con una corporación económica o defender al Proyecto Nacional. El Intendente eligió como Jefe de un Partido Vecinal, por las Corporaciones. Nosotros por el Proyecto Nacional.
El ataque del«nuevo Lanata» no es contra Carlos Cheppi, es contra la política del Gobierno Nacional.
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