EL CRISTINISMO SOSPECHA DE UN PACTO SCIOLI-MOYANO

Por Carlos Tórtora para el Informador Público


Ayer Martín Sabbatella lució sentado en primer plano detrás de CFK, mientras ella anunciaba nuevas medidas de gobierno en la Casa Rosada. Esta ubicación de privilegio no fue casual. Florencio Randazzo y Carlos Kunkel están reforzando el armado de la lista de candidatos a legisladores de Sabbatella que se adherirá a la boleta presidencial de Cristina. Y la mesa chica de Olivos aprovecharía el impasse de Pascua para ir definiendo si se pondrá en marcha una segunda lista de adhesión con Sergio Massa a la cabeza, que pondría a Scioli al borde de perder su reelección pero aumentaría, en cambio, la recaudación de votos para la fórmula presidencial. Días atrás, Massa habría convocado a su equipo para anunciarles que debían preparar la candidatura a intendente para octubre de Julio Zamora, dirigente de su confianza y actual presidente del Concejo Deliberante local.
El nuevo pico de desconfianza del núcleo duro cristinista tiene un motivo central: la sospecha de que el ex motonauta y Hugo Moyano van camino a una alianza que podría trascender las próximas elecciones. En lo formal, el camionero es vicepresidente segundo del Consejo Nacional del PJ, secundándolo a Scioli que es presidente. Pero aquél también preside ahora el PJ bonaerense. Luego de algunos roces iniciales, moyanistas y sciolistas están conviviendo ahora pacíficamente en el armado de las listas bonaerenses y este entendimiento va en desmedro de los grupos ultrakirchneristas y de La Cámpora. Si Scioli consigue su reelección, podría plantarse como el “candidato natural” del peronismo para el 2015, tal vez con el apoyo de la CGT. De ocurrir esto, CFK podría cosechar en octubre -si es que gana- una victoria pírrica, porque el peronismo empezaría a alinearse en torno al eje Scioli-Moyano, que plantearía la liquidación del kirchnerismo. El acto masivo que realizará la CGT en la 9 de Julio la semana que viene, refuerza aún más las sospechas del oficialismo: en esa ocasión, Moyano le reclamaría a la presidente más participación sindical en las listas de candidatos, pero no presionaría públicamente a Scioli. A esta esgrima también hay que sumarle la presunción de que las recientes declaraciones de Juan Manuel Urtubey calificando a Moyano como piantavotos, habrían sido acordadas por aquél con un ministro del gobierno nacional.
Convencido de que sería menos peligroso que De Narváez sea gobernador -por haber nacido en Colombia no puede aspirar a la presidencia- el cristinismo estaría cada vez más decidido a ponerle punto final al proyecto sciolista.

¿Solá candidato?

A todo esto, en los últimos días operadores del gobernador bonaerense y de Felipe Solá se reunieron para tantear la viabilidad de una nueva operación. La idea sería que este último se presente como candidato a gobernador para restarle votos a Francisco de Narváez y a Massa, si es que éste se presenta. Siendo funcional al triunfo de Scioli, Solá negociaría a cambio de la participación de varios de sus allegados en la gestión de gobierno que se iniciará el próximo 10 de diciembre. Algunos dirigentes del Peronismo Federal enterados de este plan opinan que es altamente improbable que Solá acepte competir con De Narváez pero, de hecho, las conversaciones existen.